domingo, 12 de febrero de 2012

Factor Humano: Crónica de una mala suerte anunciada

  Margarita terminaba cada una de sus quejas con una expresión que más parecía un suspiro. 
!Qué se va a hacer!, hay que seguir adelante, no tengo opción. Y así su vida transcurría en un sin número de "aprietos" que la colocaban en situaciones sin salida, O peor aún, situaciones extremas como incendios, accidentes, robos, falta de trabajo,y toda clase de desventuras.
...Incluso el novio que tenía se fue llevándole los ahorros para la prótesis de su Manuel, nacido con severos problemas de cadera. Pero ella insistía:  !Tengo que salir adelante!, no tengo opción.
Y un día Margarita, (de tanta mala suerte que tenía) cruzo la calle sin mirar y un camión la mato.
...Y todos fueron al funeral de la "pobre margarita" cuyo hijo lisiado quedó a cargo de una pariente de Provincia, y su heladera (único artefacto de valor) disputada entre dos vecinas. 
...Margarita cumplió el protocolo de los muertos, no sin dificultades, hasta que finalmente llegó a la sala suprema, ese lugar en el que uno pregunta y el gran tribunal responde.
 A Margarita se le cerró la garganta. Como un rayo su vida le apareció entre los ojos con las partes infaustas marcadas en rojo, eran demasiadas, Y Margarita sin mirar al Tribunal balbuceo.
                                                                                   ¿Por qué?, por qué así, por qué a mí... 
 La rodearon cuatro ángeles oscuros, pero sólo uno le habló. Era un ángel  tísico, nariz torcida, y se parecía al novio mal nacido. 
                         Si, tuviste opciones. 
...Pudiste echarme aquella vez que golpee a tu hijo porque no paraba de llorar. Pudiste ir a un Juez y decirle al Padre de Manuel, ese gallito, que tenía que pasar alimentos, visitarlo, llevarlo al hospital... 
                                                                    Había opciones, estaban ahí,  pero solo creíste en tu fatalidad. 
El destino, el tuyo, el mío, es la suma de micro decisiones, millones de ellas que de tan pequeñas nos pasan desapercibidas. ...Aquel día salías de tu casa con la idea de comprar arroz, pero en el medio recordaste que Manuel se estaba quedando sin remedios. Cambiaste de camino y el camión paso; tu vida y tu muerte en un segundo. ¿Voy a la farmacia, o voy primero al almacén?.
Tuviste opción, fue una opción a ciegas, o quizá no tanto. La "Idea" de tu mala suerte (sin opción) arrastró a tomar la decisión equivocada.
                                     ¿Qué otro final podía tener la pobre margarita?.

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