sábado, 11 de febrero de 2012

Pensando el Hemisferio Sur: El Feng Shui de las palabras

...Cada palabra que decimos tiene un espacio construido semejante a una " casa mental"  y una orientación que proviene de alguna emoción, de algún deseo, O de algún temor disfrazado de argumento. 
Me refiero a que en cada oración, pregunta, disculpa, queja, y/o en cualquier conversación, los discursos son observados Desde el Feng Shui de las palabras como  sólidas  arquitecturas energéticas con cargas significativas en cualquiera de sus posiciones. 
   Las definiciones clásicas de Feng Shui  dicen que es el arte de armonizar el Chi, (o aliento de vida creador del cielo y de la tierra Con el Chí Del Hombre) poniéndolos en consonancia. Porque Nada hay en el afuera que no esté adentro, y  nada hay en el adentro que no esté plasmado en el afuera representado de algún modo. 
Y esta es la esencia del Feng Shui, saber "leer" en las huellas dejadas por el Chi los rastros de la Psique de ese hogar, persona, negocio, o edificio.
 Porque en esa "forma" el Chí ha plasmado una creación de la mente de manera sensible y emotiva a la cual el Hombre le ha dado un sentido.      
...Y aquí radica el secreto de los secretos tanto del feng shui como de muchas otras cosas, a saber:  
Que la dimensión del hombre es aquella dimensión que articula lo inconcebible absoluto con la posibilidad creadora de la manifestación en tiempo y forma a través del Verbo,  tal como fue simbolizado en el Génesis. 
...Y puesto que, como es adentro es afuera, del mismo modo nosotros (los humanos) tenemos el don de crear mundos con solo articularlos en la casa de la palabra, que es sede del Ser. 
En el Feng Shui de las palabras, las disposiciones yin (blandas) y las disposiciones yang (duras) fluyen por los torrentes de emoción que los vínculos humanos más las situaciones cotidianas, provocan.  
Cada estímulo externo incita en nosotros un torrente de  reacciones que finalmente se manifiestan  como atracciones O aversiones inmediatas... haciendo que el ánimo y la mente se agiten como brújula próxima a un imán. 
En el Feng Shui de las palabras, primero aprendemos a "leer" la arquitectura planteada por la mente Arquetípica cuyo rastro son las palabras, oraciones, afirmaciones, silencios, dudas, reclamos y preguntas que habitan ese Cosmos inagotable. 
...Y una vez desplegados los universos de la Mente, sus corredores  y sus puertas; derrumbamos los obstáculos ilusorios, paredes, techos y cimientos, dejando  los "elementos de la construcción" libre de toda carga fija para ser utilizados según el arte y la armonía lo requieran.  
Porque el verdadero Feng Shui nace de la comprensión del movimiento y del cambio del Chi, fluído e incesante.  
Que en el caso del Feng Shui de las palabras consiste en liberar a la mente de las opresiones que provocan los estancamientos dogmáticos, las creencias aniquiladoras, y los lugares comunes de fuerte acatamiento. 
...El filósofo Martín Heidegger sostiene en su filosofía que "la palabra es la casa del Ser". 
...Y es de esto de lo que habla el Feng Shui de las palabras. La posibilidad real y cierta de diseñar aquella "casa" para que el Ser discurra y se manifieste con suma libertad en la holgura de lo abierto.                                                                                                                 
  En el Feng Fhui de las palabras, los lenguajes hablados y también los gestuales (esas ritualidades incontables) son instrumentos del Espíritu para mover montañas, saldar karma de generaciones recónditas, pero sobre todo, para vivir en la dicha que libera de las cargas inútiles. (dedicado al AHM).

                                                                                                                                      

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