jueves, 2 de febrero de 2012

Articulos/pensamientos


     En el momento de la concepción la carga de la herencia toma su forma;

Conjunta hueso más motivo (causa), liga circunstancia y atributos, (propensiones) y el Verbo define lo que resta.

Lo que dicho en términos vulgares podría comprenderse como: “Difícilmente un Olmo De peras en invierno”.  

...Hablo de la determinación de los seres, su irremediable causación por aquello que los mueve a ser el resultado inexorable de una cadena de sucesos entrelazados.

Buda sakyamuni tuvo razón cuando observó que la manifestación de un fenómeno es el resultado de un sinnúmero de sucesos que le preceden en infinitos puntos de la cadena sin principio en el tiempo.

Y en este sentido Buda “Vio” de qué modo la estrella más alejada del sol se encuentra presente en la inmediata gota que cae en la rosa del jardín Debido a la acumulación  de los sucesos interdependientes, la rueda de samsara.

O lo que según mi comprensión actual podría describir como “el mundo de los resultados cuyas causas fueron a su vez consecuencias de otras consecuencias” etc etc.

La teoría budista es muy vasta en cuanto a las razones y fundamentos de esta visión. Y en este sentido,- me refiero a la inmensa bibliografía-, mi conocimiento es insuficiente.

No obstante, frente a la misma pregunta de Buda de, ¡Cómo salir de la rueda condenada!, intento una formulación que surja del asombro primero e inocente. Mi propia comprensión asumida.

Relato una escena.

... Caminábamos por la villa consternados por el calor.

...En la vereda de poca sombra el perro flaco y viejo jadeaba atado con un alambre que le atravesaba el cuello y el lomo.

Ajustado por el cable, el perro se movía apretando la herida sin pelo.

El chico jugaba en la puerta de la casilla. Le pedí por favor que lo desatara porque estaba sufriendo. El chico miró al perro como si lo viera por primera vez... Llamó a la madre, flaca y raída como su mascota.

    Le pedí por favor que lo soltara, y la mujer se quedó mirándome sin expresión de ningún tipo.

Esperé, y sin decir nada lo desató del yugo.

                                                                ¡Le agradecí!  El alivio fue mío más que del perro,



y la parte sufriente de mi alma se liberó.

                                        El acto fue simple, limpio, silencioso e inmediato.

                                                                      Acaso, ¿No podría ser así en todos los casos?

Si el sufrimiento es una cadena incontable, no podemos cortarla eslabón por eslabón.

Hay que sacarla desatando su nudo principal. 

Y a mi entender, ese nudo es simplemente una creencia encarnada. Una creencia de tal naturaleza que se incrusta en la piel haciendo un surco.



...En la memoria humana existen muchas creencias de este tipo, demasiadas.

             Cosas que nos parecen evidentes y que nadie se atreve a cuestionar.

               Me refiero a creencias que nos hacen aceptar como verdadero que el sufrimiento es el único, o en todo caso, el más eficiente camino para purificar los estados de conciencia.

Creencia, que construye pensamientos consecuentes en relación a la enfermedad, los obstáculos, la pobreza y las carencias de todo tipo, constituyéndolos en una parte inseparable de la condición humana.

... Hasta hacernos concebir, incluso, que el Hombre es humano por todo eso.

...He plantado una primera rebeldía preguntándome ¿por qué? Porqué habría de aceptar que esto es así.

Ahora no me importa el porque. Me importa salir con la tijera de cortar sogas de manera directa, inmediata, efectiva y simple.

       Del modo en que lo hizo aquel viejo maestro Zen.

                                         ¡Por favor libérame!.. ¡Qué te ata?- le dijo-. Y la cadena se rompió, se hizo visible.

Porque aquella pregunta no sólo apela al conocimiento, el contenido de la atadura, sino que incita a la voluntad.

La interpela y le dice. ¡Mira!. No hay nada real que te ate.

                                                                              ¿De qué habría de liberarte?

El camino siempre estuvo abierto/ VM.



Hex (14). Ta Chuang. L.4.

Ta Chuang significa que los grandes se han fortalecido/. Línea 4. Su firme constancia es su dicha. Ella disipa todos sus disgustos. Rompe el seto sin enredarse en él. Su fuerza está en la púa vertical que sujeta a la rueda al eje del carro.

La figura dice. Roto el seto, sin habérsele enredado en él los cuernos, puede pasar adelante.

                           

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