domingo, 19 de agosto de 2012

El surgimiento de un paradigma

Einstein y Eddington (Ellos cambiaron la forma de ver el mundo)
Eso decía el título de la película, y la compre sin saber aún que al abrir el DVD habría una clave y un mensaje para descifrar…
La Trama y sus personajes:
…Corrían los años de pre guerra y dos científicos, cada uno en su mundo y su país, vivían vidas paralelas: El cuáquero Inglés Eddington, Ordenado y perfeccionista, había logrado plasmar en su existencia familiar y cotidiana la belleza quieta y repetitiva del mundo planteado por Newton, cuya concepción de universo incluía también la presencia de Dios.
Entre tanto, el joven Einstein vivía sus pasiones en la tranquila Suiza que le dejaba tiempo a su imaginación desenfrenada, que lo alejaba de la vida cotidiana. Una gran distancia los separaba; el temperamento y la naturaleza de sus visiones: el orden y el caos, lo medible y lo improbable, hasta que la guerra logra involucrar sus destinos. El joven Einstein es tentado a ir a Alemania para desarrollar sus ideas temerarias, y el brillante jóven Eddington, (como representante de la antigua ciencia), es convocado por su país a desacreditarlo. Sin embargo, cada uno en su trinchera padece los mismos infortunios, el horror ante la guerra absurda y el predominio de los intereses políticos que pretenden manipularlos.   
En su razonamiento, implacable y desprejuiciado, Einstein plantea preguntas mortales al modelo newtoniano, con las que abre una “duda razonable” que el honesto Eddington no puede ignorar. Y entonces, ambas voluntades se unen más allá de la guerra, los intereses facciosos, y los temperamentos.
Einstein, el teórico, atraviesa la certeza convencional y se aventura en ideas extravagantes de muy difícil demostración. Y no obstante, ha logrado abrir un agujero de incertidumbre en el círculo “no se pasa” del paradigma vigente.  Pero su visión pudo haber sucumbido en el divague de no haber encontrado su polo encarnativo; Eddington, el estricto medidor de estrellas formado en el rigor  matemático de Newton, un hijo de Newton. ¿Quién otro sino podía hacerlo?  El inglés, busca la oportunidad de un eclipse en Africa para tomar fotográfías y compararlas con los viejos dibujos. Y pese a las oposiciones y prejuicios obtiene la muestra; pero antes de cotejarla para sí mismo decide hacerlo en  público, ante una selecta comunidad de astrónomos quienes comparten la secreta esperanza de que Einstein esté equivocado.
Es un momento de tensión extrema en la que dos mundos son posibles; la continuidad de la razón newtoniana, con leyes lógicas y predecibles, y el inmanejable universo de Einstein de tiempo y distancias relativas. La demostración certifica la presunción de Einstein: el espacio es curvo, y genera estupor en algunos carcamanes que se retiren. Sin embargo Eddington percibe la magnitud de la comprobación (la intersección de dos mundos en conflicto) y con sobriedad –no exenta de emoción-anuncia: ¡A partir de este momento el universo no volverá a ser el que conocimos!
                            La película plantó una idea en mí, una idea que quiero compartir.
Haciendo analogía la situación podría ser similar a la que la humanidad vive actualmente. Un modelo que cae y hace aguas mientras otro, aún hipotético, busca un espacio de concreción. Sólo que ahora, el cosmos considerado no es el espacio sideral sino el Hombre y sus supuestos. Porque las leyes que hasta hoy lo rigieron como primate superior de un modelo vertical y jerárquico están cuestionadas “por la duda razonable” de que la dimensión humana podría no ser lo que hasta hoy sostenemos.
En la Gran mente hay muchos Einstein produciendo conjeturas interesantes, o quizá simplemente preguntas prometedoras. 
...Hay muchos Einsteins imaginando posibilidades en un plano de la mente aún puramente teórico. Hay muchos Einsteis preparando el pasaje del Hombre "bio-evolutivo" al hombre "cuántico". No obstante, dichos supuestos son aún lejanos a su posibilidad en tanto no surja de entre nosotros, los humanos, un Eddington capaz de demostrar lo indemostrable. La materialización de un hito que dé encarnadura al nuevo paradigma de Hombre. La resolución en la existencia de un proceso que lleva largo tiempo, pero que en el tiempo humano se realiza en una coordenada que conjunta circunstancia y símbolo en un acto contundente, una encrucijada de demostración indudable en la que la humanidad, igual que Eddington, pueda decir. ¡A partir de este momento el Hombre no volverá a ser el que conocimos!/ 

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