domingo, 18 de agosto de 2013

La tierra como testigo: Bhumisparsha

...Cuentan que en el momento de la iluminación el  Buda Shakyamuni (en su profunda meditación) fue atormentado por el demonio Mara, que intentaría distraerlo con las tormentas de deseo y dudas provocadas por las hijas de Mara.  Luego de vencerlas, Shakyamuni es burlado por Mara quien le dice que; si es verdad que está iluminado, de todos modos no tiene testigos ni nadie que confirme lo que él cree. Es entonces cuando el victorioso hace un gesto con la mano derecha, un mudra considerado el gesto principal del Buda shakyamuni; la mano derecha indica hacia la tierra mientras su izquierda descansa en el regazo. 
 La mano que señala hacia abajo es el llamado del “Despierto” a la diosa de la tierra quien responde: Soy testigo. Surge en ese momento un estruendo pavoroso, y una gran inundación arrastro de la tierra a  Mara y su ejército de demonios. Este mudra se asocia comúnmente con Buda Azul  conocido como Akshobya, símbolo de la iluminación y la victoria que acaba con las sombras de Mara. 
Es mi intención en estas líneas dejarme llevar por la intuición, y comprender el significado actualizado de dicho gesto, el mudra Bhumisparsha.  
Mara y sus demonios representan la lucha cotidiana del hombre con sus pasiones, miedos, apegos y confusiones, propias del mundo de Samsara regido por el conflicto y la dualidad constantes. La mente de mono, que salta de un lado para otro presa de la apariencia y la emoción. Esa mente, la mente de Mara es la que el Buda ha vencido tras despertar a la ilusión de creer que las cosas son en sí mismas, y apegarse a tal convicción.  
 Con la mano izquierda sobre el regazo Buda abre su corazón a la sabiduría de la realidad última, (si es que puede hablarse de realidad), en que lo manifestado y lo no manifestado son vacuos por naturaleza, (si es que puede hablarse de naturaleza), o cosa, o cualquier entidad denominable. Y puesto que, la realidad de todos los fenómenos es vacua ¿Qué efecto o influencia podrían tener Mara y sus demonios para perturbar la Mente del Buda?; no ya del Buda Shakyamuni, el Buda histórico, sino la Mente de BUDA en su talidad inconmensurable.
Sin embargo Mara no abandona su misión y a toda costa quiere distraerlo, confundirlo y desalentarlo. Y capta en Sakyamuni el último trozo de apego que le queda, el yo que se pregunta: ¿Será cierto? ¿Quién atestiguará que lo que aquí fue comprendido es la “realidad última” y no otro engaño más… Mara expresa esa duda y le inquiere: si es verdad que estás iluminado, de todos modos no tienes testigos ni nadie que lo confirme. Sin duda, se trata de la peor prueba de Mara, el más agudo de los desafíos, y el más engañoso. Seguramente hubo una pausa, una tremenda pausa capaz de alertar a los seres de las diez dimensiones. ¿Qué haría Buda? Buda permaneció en silencio y extendió su mano derecha hacia la tierra, y la tierra trono. Las aguas se llevaron a Mara y sus demonios hacia los confines de la budeidad, la talidad inconmensurable.
Pero ¿Qué significa dicho gesto? Cómo lo vence?. A mi entender “la tierra como testigo” es el gesto elocuente de la comprensión Budica en su nivel más alto, y la concreción misma de dicha budidad, que en su condición de talidad orienta la voluntad (el gesto de indicar) hacia el núcleo de la comprensión; la no causalidad de los fenómenos, y la realización de dicha budeidad en la multiplicidad de lo que acontece… O, quizá, para decirlo de otro modo: Cuando Buda asume la naturaleza última, aquello que es “indicado” por el gesto de la realidad en todos los sentidos,  es cuando dicha realidad se convierte en testigo. ¿Testigo de qué? De la mente iluminada, que a su vez es No mente, porque si fuera la mente de “algo” no podría ser la realidad total, sino una parte de ella; una versión, una interpretación, la mente como objeto. Por eso la pregunta de Mara es una pregunta perspicaz ¿Dónde está el otro que certificará tu iluminación? Y Buda, prevenido de la palabra, responde con la arbitrariedad de un gesto, No hay dos, y hay todos…La mente dual desaparece, y con ello la multiplicidad es también la realidad última, el Dharma.
También ahora, en este instante Mara nos acucia con la misma pregunta: Si vas a negar sistemáticamente la validez de cualquier afirmación por considerarla parcial, tu propia negación fagocitará la comprensión a la que llegaste, hasta dejarla inválida e inservible. (P A U S A)

                              ¿Con qué nuevo gesto espantaremos los demonios de Mara?

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