Anoche vi la película “teorema cero”, una película de ficción con
más de un tema implícito en su guión de estéticas variadas. Confieso que por momentos el
sueño de un largo día hizo que perdiera algunas escenas que tal vez fueron importantes, sin
embargo creo haberme quedado con lo fundamental: el título. Se trata de un mundo de ficción en la que un
hombre de ficción es desafiado a encontrar el teorema cero, el cual consiste en una ecuación imposible cuyo resultado
no contenga ningún decimal sobrante. !todo un desafío!
…Decía que dicho mundo (de ficción) trata de un
mundo de la mente con símbolos por
doquier. Y que dicho hombre representa el aspecto racional por excelencia en busca de un propósito que lo explique en
toda su dimensión.
En la película, el
personaje espera una llamada que nunca
llega pero que al mismo tiempo es la razón que justifica todas las ecuaciones
y todos los procedimientos que no cesan. La llamada promete la
revelación de tanto misterio, y El hombre, en su vacío insondable ha hecho de
dicha espera un meta sentido sin el
cual su existencia carece de razón…(cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia)
El Superior- (Ser que destina y distribuye sentido)- le ha dejado
como tarea encontrar la ecuación cero, el número aboluto. Pero
mientras esto No sucede, el infeliz personaje conoce a una chica que le ofrece
placer aquí y ahora. …Envuelto en su sensualidad El hombre tiene un momento de
distracción, pero llegada la hora, el momento de ejercer la unión del
deseo y la voluntad. ¡Vamonos juntos!-propone ella. El hombre (varón al fin) le
dice No puedo. Por supuesto, no puede abandonar el sentido sobre impuesto por encima de su vida como el sombrero en lugar de la cabeza, y sigue
esperando el incumplido llamado.
No voy a contarte el final para
no arruinar tu propia interpretación, pero sobre todo porque el final es siempre
intimo y solo a vos te concierne//. VM.
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